Política social y los chistes de políticos

Todos sabemos perfectamente que los políticos mienten más que hablan, los políticos saben que sus votantes lo saben, y que al final el que mejor ha mentido, el que sabe llevar la mentira, la falsedad y el juego sucio hasta sus últimas consecuencias, será el que consiga salir elegido, representando a todos ciudadanos que le han votado, votantes que después verán como arrampla con todo lo que puede mientras le duran sus cuatro años de sobornos, rapiña legislativa y trincar dinero a troche y moche.


Chistes breves de politica social

Un buen discurso de política social debe ser como la minifalda: lo suficientemente largo como para cubrir el tema y lo suficientemente corto como para ser interesante.

¿En qué se parecen un partido político a una albóndiga de un bar? En que nadie sabe con qué mierda se puede encontrar uno dentro.

El gobierno anunció hoy que va a reemplazar la bandera nacional por un condón. Esta decisión se aprobó por unanimidad dado que el condón representa más claramente la postura del gobierno, como queda expresado en la siguiente frase: “Un condón resiste la inflación, detiene la producción, destruye a la próxima generación, y le da a la gente una sensación de seguridad mientras les están jodiendo”.

Hay dos noticias, una buena y otra mala. La buena es que el Presidente está enfermo y dejará el gobierno, la mala es que ya nos jodió a todos.

¿Por qué los presidentes del gobierno empiezan todos los discursos con Hermanos y hermanas? Para que no les llamen hijos de p...

Un reciente estudio estadístico ha reflejado un hecho alarmante, el 95% de los políticos se declaran ateos. Tras un análisis detallado de la muestra se ha llegado a descubrir la causa: les resulta imposible creer que después de esta vida pueda existir otra mejor.

El anciano y la política social del PSOE

Un anciano estaba en estado crítico. Sintiendo la muerte cerca llamó a su hombre de confianza y le dijo: “Quiero afiliarme al PSOE y quiero que me consigas un formulario para hacerlo".

El amigo le dijo: “Te conseguiré el formulario sin problemas, pero, ¿para qué quieres hacerte ahora socialista? Tu enfermedad es muy grave”.

“Eso es asunto mío” respondió el anciano.

Unos dias más tarde, durante otra visita que le hizo su amigo, todavía intrigado, éste le volvió a preguntar: “Sólo por curiosidad... ¿por qué ese interés de convertirte en Socialista antes de morir?

El anciano le respondíó con un hilo de voz: “Sólo deseo que pronto quede un Socialista menos.”

El político y el loro

Este era un día en el que el presidente de la nación paseaba por la calle, cuando escucha una voz que dice: ¡Qué se muera el presidente!

Este mira desconcertado para todos los lados y, cuando ve un loro en la ventana de una casa, decide llamar a la puerta. Al abrir la dueña de la vivienda, el presidente disgustado le dice que se volverá a pasar al día siguiente y que el loro no deberá decir lo que dijo.

La señora preocupada va a casa del sacerdote y éste cambia su loro con el de ella. Al día siguiente pasa de nuevo el presidente por delante de la casa y observa que el loro no dice nada, y el presidente le dice al loro: ¿Qué? ¿no vas a decir que se muera el presidente?

Y el loro contesta: ¡Qué Dios te oiga hijo mío, qué Dios te oiga!


El político y los relojes de San Pedro

La mujer de un político influyente después de fallecer fue al cielo y se encontró con San Pedro, viendo un montón de relojes en la pared le preguntó con curiosidad: ¿Para qué son todos esos relojes?

Y San Pedro le contestó: Pues verás, cada uno de ellos es una persona que vivió en la tierra y cada vuelta de las manecillas son las mentiras que pronunció en su vida. Por ejemplo: ¿Ves ese de allá? Pues, ese le perteneció a Ghandi y sólo dio una vuelta, eso quiere decir que sólo pronunció una mentira en su vida.

¿Y aquel que está allí? ¿de quién es?, preguntó la mujer del político.

Y San Pedro le contesta: Ese le perteneció a un tal Pepelu y nunca dio una sola vuelta.

Entonces, la muer del político preguntó: Y por casualidad, ¿no sabe cuál es el de mi esposo?

Sí - contestó San Pedro -, pero ese reloj no está aquí, lo tiene Jesús en su oficina y lo usa como ventilador.


El político y el ladrón

Un político estaba siendo atracado en la calle y el ladrón le dice: Esto es un atraco, ¡deme todo su dinero!

Óigame - le responde el político - ¿Usted no sabe con quién se está metiendo? Soy el presidente de la nación, el político del diálogo, la negociación social y el buen talante.

Ah, en ese caso, ¡devuélvame todo mi dinero!

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